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Antecedentes |
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La Reforma
Curricular de la Educación Normal
La formación de los maestros1 de educación básica debe
responder a la transformación social, cultural, científica y
tecnológica que se vive en nuestro país y en el mundo. Ante
los retos que ésta supone, el sistema educativo nacional ha
puesto en marcha desde la primera década de este siglo, un
conjunto de medidas para hacer de la educación, en sus
diversos tipos y modalidades, una de las piezas clave para
atenderlos con mayores niveles de eficacia y eficiencia.
Las Escuelas Normales, como ha quedado asentado a lo largo
de su historia, han cumplido con la tarea trascendental de
formar a los docentes de la educación básica de nuestro
país. Las políticas y acciones emprendidas para mejorar la
calidad de la educación buscan favorecer su transformación,
para convertirlas en espacios de generación y aplicación de
nuevos conocimientos, de producción de cultura pedagógica y
de democracia institucional, de manera que los futuros
docentes de educación básica logren la formación necesaria
para desarrollar una práctica docente más pertinente y
efectiva.
Las acciones para fortalecer el papel de estas instituciones
en la formación de los docentes de educación básica
acordadas por las autoridades educativas federal y locales
en el seno del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU),
en el marco de los instrumentos de planeación nacional y con
fundamento en la Ley General de Educación se agrupan en los
siguientes ejes: Planeación, Personal académico, Desempeño
de los estudiantes, Evaluación y mejora, Reforma curricular
y Fortalecimiento de la infraestructura.
La Reforma Curricular de la Educación Normal atiende la
imperiosa necesidad de incrementar los niveles de calidad y
equidad de la educación y asume el reto de formar docentes
capaces de responder a las demandas y requerimientos que le
plantea la educación básica en los tres niveles que la
integran (preescolar, primaria y secundaria). |
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Fundamentación
La reforma curricular y los planes de estudio que de ella se
derivan se sustentan en las tendencias actuales de la
formación docente; en las diversas perspectivas
teórico-metodológicas de las disciplinas que son objeto de
enseñanza en la educación básica y de aquellas que explican
el proceso educativo; en la naturaleza y desarrollo de las
prácticas pedagógicas actuales y las emergentes ante los
nuevos requerimientos y problemas que el maestro enfrenta
como resultado de los múltiples cambios del contexto, los
cuales impactan de manera notable al servicio educativo, a
las instituciones y a los profesionales de la educación. En
la fundamentación se consideran las dimensiones social,
filosófica, epistemológica, psicopedagógica, profesional e
institucional para identificar los elementos que inciden
significativamente en la reforma.
Dimensión social
Dado que la educación es una función social, el análisis de
ésta permite dimensionar el papel de la escuela y del
docente. La fundamentación de la reforma en esta dimensión
incide en la definición de políticas y estrategias a seguir
para el fortalecimiento de la educación normal y para que
los docentes que se formen en las Escuelas Normales
satisfagan la demanda de docentes de la educación básica.
Los diversos y complejos cambios en la sociedad como las
formas de organización y de relación, la estructura
familiar, los modos de producción, la incorporación de la
mujer al mercado de trabajo, el avance y masificación de los
medios de comunicación, la aparición de las redes sociales y
los avances de la tecnología, son sustento de la reforma
para favorecer en los estudiantes una actitud ética ante la
diversidad del entorno social, cultural y ambiental que les
permita retomar estos elementos como áreas de oportunidad
para su intervención educativa.
Dimensión filosófica
Nuestro sistema educativo sienta sus bases en el marco
filosófico del artículo 3o. de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y en los principios que de él
emanan. El derecho a la educación y los principios de
laicidad, gratuidad y obligatoriedad orientan la reforma;
los principios de igualdad, justicia, democracia y
solidaridad en que se sustenta serán fundamentales para
desarrollar el sentido de responsabilidad social y de
pertenencia de los futuros docentes.
El marco filosófico en que se inserta la educación normal
permea la definición de su normatividad, finalidades y
propósitos educativos, así como las competencias a
desarrollar por los docentes en formación para que conduzcan
de manera pertinente los procesos de aprendizaje de los
alumnos de educación básica, en el contexto de la
transformación permanente de la sociedad.
Dimensión epistemológica
Los fundamentos epistemológicos de la reforma curricular
abordan la educación normal como un objeto de conocimiento y
acción que se torna cada vez más complejo al constituirse en
un campo de confluencia disciplinar. Las contribuciones de
las ciencias de la educación, pedagogía, psicología,
historia, filosofía, antropología, economía, entre otras,
sus enfoques y formas de proceder deberán sustentar
permanentemente la actualización de los currículos de la
educación normal.
Producir y usar el conocimiento son principios
epistemológicos que conducen a reflexionar de manera
profunda sobre la forma en que se interpreta, comprende y
explica la realidad; los avances de la ciencia son puntos de
referencia para entender que el conocimiento se enriquece e
incrementa todos los días; así, los distintos campos de
conocimiento relacionados con la educación avanzan,
transformando sus propias teorías al igual que lo hacen
otras disciplinas científicas.
Lo anterior permite concebir a la reforma curricular como un
proceso permanente de cambio, en el que los avances en el
conocimiento del campo educativo se incorporan a la
propuesta curricular para su transformación y para lograr
una visión holística del fenómeno educativo, de sus
condicionantes y efectos, que conduzcan a los actores de la
educación normal a reflexionar, investigar y resolver
problemas de manera pertinente. El seguimiento y la
evaluación de la puesta en práctica del currículo son dos
procesos inherentes a la reforma, cuyos resultados deberán
sistematizarse para sustentar los cambios futuros.
Dimensión psicopedagógica
Para atender los fines y propósitos de la educación normal y
las necesidades básicas de aprendizaje de sus estudiantes,
la reforma retoma los enfoques didáctico-pedagógicos
actuales que deberán vincularse estrechamente a los enfoques
y contenidos de las disciplinas para que el futuro docente
se apropie de: métodos de enseñanza, estrategias didácticas,
formas de evaluación y tecnologías de la información y la
comunicación, y desarrolle la capacidad para crear ambientes
de aprendizaje que respondan a las finalidades y propósitos
de la educación básica y a las necesidades de aprendizaje de
los alumnos; así como al contexto social y su diversidad.
La expectativa es que los docentes promuevan en sus
estudiantes la adquisición de saberes disciplinares, el
desarrollo de habilidades y destrezas, la interiorización
razonada de valores y actitudes, la apropiación y
movilización de aprendizajes complejos para la toma de
decisiones, la solución innovadora de problemas y la
creación colaborativa de nuevos saberes, como resultado de
su participación en ambientes educativos experienciales y
situados en contextos reales.
Dimensión profesional
La conformación sociodemográfica y el perfil académico de
quienes se dedican a la docencia han estado marcados por la
condición de género, el origen social y el capital cultural
que poseen. En la actualidad, la expectativa que atribuye a
la escuela y al docente la responsabilidad de la mejora
social e individual, rebasa su responsabilidad, capacidad y
ámbito, ya que solamente puede contribuir a esta mejora. Los
múltiples retos que enfrentan estos profesionales hacen
necesario que la formación profesional posibilite el
análisis y la comprensión de las implicaciones de su tarea.
La profesionalización de los docentes da unidad y sentido a
las dimensiones social, filosófica, epistemológica,
psicopedagógica, profesional e institucional de la reforma y
orienta la definición e implicaciones del enfoque
metodológico, de las competencias genéricas y profesionales,
de la malla curricular y de otros componentes que
sistematizan su diseño.
Dimensión institucional
En lo que concierne al desarrollo institucional, las
Escuelas Normales se transforman debido a su inserción en el
tipo superior, lo cual favorece su consolidación en áreas en
las que no habían incursionado totalmente como la
investigación, la difusión de la cultura y la extensión
académica. Para lograr los propósitos educativos requieren
fortalecer los procesos de gestión institucional con la
participación de los miembros de la comunidad escolar, ya
que la movilización y potenciación de los saberes, los
tiempos, los recursos materiales y financieros, entre otros,
implica planificar acciones, distribuir tareas y
responsabilidades, dirigir, coordinar y evaluar los procesos
y los resultados.
Sus responsabilidades y atribuciones como parte del sistema
de educación superior constituyen áreas de oportunidad para
fortalecer su estructura académica y organizacional,
conservando en todo momento su identidad como instituciones
formadoras de docentes de educación básica.
Los fundamentos para lograr esta transformación retoman las
teorías, metodologías y concepciones actuales acerca de la
organización, la administración y la gestión educativa.
Esta reforma pretende lograr que el estudiante de educación
normal, al egresar, elija formas pertinentes para vincularse
con la diversa información generada cotidianamente para
aprender a lo largo de la vida, por lo que resulta de vital
importancia sentar las bases para que desarrolle un
pensamiento científico y una visión holística del fenómeno
educativo, de sus condicionantes y efectos, que lo conduzcan
a reflexionar, investigar y resolver problemas de manera
permanente e innovadora. De este modo se puede aspirar a
formar un docente de educación básica que utilice argumentos
científicos, pedagógicos, metodológicos, técnicos e
instrumentales para entender y hacer frente a las complejas
exigencias que la docencia plantea. |
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Proceso de
elaboración del currículo
La Reforma Curricular de la Educación Normal considera una
serie de condiciones, tanto de diseño como de
instrumentación, derivadas de las tendencias de desarrollo
de la educación superior, del análisis y valoración de la
experiencia de los profesores de las Escuelas Normales, así
como de otras experiencias de innovación en la formación de
docentes.
La metodología de diseño curricular está basada en
competencias, considerándola como una opción que genera
procesos formativos de mayor calidad y pertinencia, tomando
en cuenta las necesidades de la sociedad, de la profesión,
del desarrollo disciplinar y del trabajo académico. Las
fases para su diseño son: Análisis del contexto y de la
práctica profesional del docente; Identificación de las
competencias y construcción del perfil de egreso y Diseño y
desarrollo de la estructura curricular.
El proceso de construcción de la propuesta curricular se
caracterizó por ser altamente participativo e incluyente. En
los distintos momentos de su elaboración y en función del
propósito que se perseguía, contribuyeron los docentes y
estudiantes de las Escuelas Normales del país, los
directivos, las autoridades educativas tanto locales como
federales, expertos de las Direcciones Generales de
Desarrollo Curricular y de Formación Continua de Maestros en
Servicio de la Subsecretaría de Educación Básica de la
Secretaría de Educación Pública del Gobierno Federal (SEP),
representantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación y especialistas de los distintos campos
relacionados con la formación docente. La participación se
realizó a través de diferentes modalidades como las
reuniones nacionales, consultas mediante un portal
electrónico, organización de grupos focales, visitas a las
Escuelas Normales, grupos de trabajo con expertos y
entrevistas, entre otros.
En la primera fase Análisis del contexto y de la práctica
profesional del docente se realizaron las siguientes
actividades: revisión y análisis de los diversos marcos
teóricos relacionados con las posiciones y tendencias
sociológicas, filosóficas, epistemológicas,
psicopedagógicas, profesionales e institucionales; análisis
de las tendencias de formación docente y de diversos planes
de estudio nacionales e internacionales; recopilación de
información percepciones de los planes de estudio vigentes,
expectativas, opiniones y sugerencias acerca del estado
actual de la educación normal y las vías deseables para su
mejora-, mediante entrevistas a docentes y estudiantes,
grupos focales y observación directa en una muestra
representativa de Escuelas Normales y una consulta nacional
en línea dirigida a los docentes y directivos, así como
análisis de la información y sistematización de los
resultados de las evaluaciones realizadas por organismos
externos (Comités Interinstitucionales para la Evaluación de
la Educación Superior, A.C. (CIEES), Centro Nacional de
Evaluación para la Educación Superior, A.C. (CENEVAL),
Comisión Especial de Impulso a la Calidad Educativa de la
Cámara de Diputados).
En la segunda fase Identificación de las competencias y
construcción del perfil de egreso se conformó un grupo con
representación nacional de profesores de las Escuelas
Normales, con experiencia en la línea de observación y
práctica docente y conocimiento de los planes y programas de
estudio de educación básica, que integró el perfil de egreso
a partir de seleccionar las competencias genéricas que debe
desarrollar el docente como egresado de educación superior y
definir las competencias profesionales, organizándolas en
los siguientes ámbitos de la profesión: Planeación del
aprendizaje, Organización del ambiente en el aula,
Evaluación educativa, Promoción del aprendizaje de todos los
alumnos, Compromiso y responsabilidad con la profesión, y
Vinculación con la institución y el entorno.
En la tercera fase Diseño y desarrollo de la estructura
curricular se realizaron las siguientes actividades:
derivación de las unidades de competencia tanto de las
competencias genéricas como de las profesionales;
identificación y selección mediante matrices de consistencia
de saberes de carácter factual, conceptual, procedimental y
actitudinal correspondientes a las competencias a
desarrollar; definición de los cursos y construcción de los
trayectos formativos y de la malla curricular y elaboración
de los programas de cada curso integrando propósitos,
competencias, metodología, evaluación, recursos y
temporalidad. Lo anterior permitió concretar, en el año
2012, el presente Plan de Estudios de la Licenciatura en
Educación Preescolar. |
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Plan de Estudios
Plan de estudios para la formación de maestros de educación
preescolar
El Plan de Estudios para la Formación de Maestros de
Educación Preescolar es el documento que rige el proceso de
formación de maestros de educación preescolar, describe sus
orientaciones fundamentales y los elementos generales y
específicos que lo conforman de acuerdo con las tendencias
de la educación superior y considera los modelos y enfoques
vigentes del plan y los programas de estudio de la educación
básica. Su aplicación en las Escuelas Normales debe atender,
con oportunidad y pertinencia, las exigencias derivadas de
las situaciones y problemas que presentará la actividad
profesional a los futuros maestros de este nivel educativo
en el corto y mediano plazos. |
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