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Antecedentes |
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I. ANTECEDENTES: LA
TRANSFORMACIÓN PEDAGÓGICA DE ACUERDO AL NUEVO MODELO
EDUCATIVO
A partir de las modificaciones realizadas al artículo 3o.
Constitucional en el año 2013, se promulgaron las leyes
secundarias que han orientado la transformación del sistema
educativo nacional en los años subsecuentes(1). En
cumplimiento al artículo Décimo Segundo transitorio del
Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas
disposiciones de la Ley General de Educación (LGE) se revisó
el modelo educativo vigente, incluidos los planes y
programas, los materiales y métodos educativos, a través de
un proceso participativo y altamente incluyente. Después de
una etapa de discusión y deliberación, la Secretaría de
Educación Pública (SEP) presentó el Modelo Educativo para la
Educación Obligatoria. Educar para la libertad y la
creatividad, "con el fin último de colocar una educación de
calidad con equidad donde se pongan los aprendizajes y la
formación de niñas, niños y jóvenes en el centro de todos
los esfuerzos educativos" (SEP, 2017, p. 27).
Conjuntamente, el mandato establecido en el artículo
Vigésimo Segundo transitorio de la Ley General del Servicio
Profesional Docente (LGSPD) acerca de "la formulación de un
plan integral para el diagnóstico, rediseño y
fortalecimiento del Sistema de Normales Públicas a efecto de
asegurar la calidad en la educación que imparta y la
competencia académica de sus egresados, así como su
congruencia con las necesidades del sistema educativo
nacional" (Diario Oficial de la Federación, 2013), demandó
la realización de diversos espacios de consulta y
deliberación. Derivado de las aportaciones de los actores
involucrados en este nivel educativo y del trabajo conjunto
que se realizó a través de un diálogo directo con los
normalistas en un proceso incluyente, la SEP consideró
imperativo definir la Estrategia de Fortalecimiento y
Transformación de las Escuelas Normales para garantizar que
se consoliden como el pilar de la formación de los maestros
de México y respondan a los retos del siglo XXI.
La Estrategia de Fortalecimiento y Transformación de las
Escuelas Normales se integra por seis ejes:
1. Transformación pedagógica de acuerdo al nuevo Modelo
Educativo
2. Educación indígena e intercultural
3. Aprendizaje del inglés
4. Profesionalización de la planta docente en las Escuelas
Normales
5. Sinergias con universidades y centros de investigación
6. Apoyo a las Escuelas Normales y estímulos para la
excelencia
La Transformación pedagógica de acuerdo con el nuevo Modelo
Educativo implica la actualización y el rediseño curricular
de los planes de estudio para la formación inicial de
maestros(2) de educación básica, a partir de los
planteamientos expresados en el Modelo Educativo para la
educación obligatoria. Educar para la libertad y la
creatividad. El Modelo, así como los planes de estudio que
de éste se derivan, constituyen la hoja de ruta en materia
educativa para garantizar que niñas, niños y jóvenes reciban
una educación de calidad. De ahí la importancia que adquiere
la armonización de la formación inicial docente con los
planteamientos curriculares que en ellos se enuncian.
Es imprescindible que los enfoques, fundamentos y
orientaciones pedagógicas se correspondan con los que se
proponen en el currículo de la educación básica a fin de que
exista una mayor congruencia entre ellos y se garantice un
nivel de dominio más amplio en los futuros maestros para su
puesta en marcha. En ese sentido, los egresados de las
Escuelas Normales contarán con mayores elementos para
favorecer el desarrollo de los aprendizajes en los alumnos,
así como las estrategias para tratar los contenidos de
enseñanza.
Estos planteamientos conducen a una resignificación del
papel de los maestros como artífices del cambio en la
educación y consecuentemente, dan un giro importante en la
manera en que éstos se preparan para sus futuras
responsabilidades. Se trata de profesionales de la
educación, capaces de crear ambientes de aprendizaje
inclusivos, equitativos, altamente dinámicos. Se aspira a
que cuenten con los conocimientos, las habilidades, las
actitudes y los valores necesarios que conduzcan a realizar
una práctica docente de alta calidad, donde apliquen los
conocimientos y habilidades pedagógicas adquiridas en su
formación inicial para incidir en el proceso de aprendizaje
de sus futuros alumnos. |
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Fundamentación
La actualización del Plan de Estudios se sustenta en las
tendencias más recientes de la formación docente; en las
diversas perspectivas teórico-metodológicas de las
disciplinas que son objeto de enseñanza en la educación
básica y de aquellas que explican el proceso educativo; en
los desafíos que enfrenta la formación de maestros en las
Escuelas Normales, en tanto instituciones de educación
superior; en la naturaleza y desarrollo de las prácticas
pedagógicas actuales y las emergentes, ante los nuevos
problemas que el maestro enfrenta como resultado de los
múltiples cambios que en lo social, cultural, económico,
tecnológico y educativo experimenta nuestra sociedad e
impactan de manera notable en el servicio educativo, en las
instituciones y en los propios profesionales de la
educación. Asimismo, se sostiene en los marcos normativos y
pedagógicos establecidos en el Modelo Educativo para la
Educación Obligatoria.
Dimensión social.- Dado que la educación es una función
social, su análisis permite dimensionar el papel de la
escuela y del docente en el contexto de una sociedad que se
transforma y experimenta desafíos importantes en el siglo
XXI. Esto incide en la definición de políticas y estrategias
a seguir para el fortalecimiento de la educación normal y
para que los docentes que se formen en las Escuelas Normales
satisfagan la demanda de la educación básica.
Los diversos y complejos cambios en la sociedad como, las
formas de organización y de relación, la estructura
familiar, los modos de producción, la incorporación de la
mujer al mercado de trabajo, el avance y masificación de los
medios de comunicación, la aparición de las redes sociales y
los avances de la tecnología, la sociedad del conocimiento,
la sostenibilidad y el advenimiento de un nuevo ciudadano,
son sustento de la actualización del currículo para
favorecer en los estudiantes una actitud ética ante la
diversidad social, cultural, tecnológica, ideológica y
ambiental que les permita retomar estos elementos como áreas
de oportunidad para su intervención educativa.
Dimensión filosófica.- Nuestro sistema educativo sienta sus
bases en el marco filosófico del artículo 3o. de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en
los principios que de él emanan. El derecho a la educación y
los principios de laicidad, gratuidad, obligatoriedad y
calidad orientan la reforma. De igual manera, los preceptos
de igualdad, justicia, democracia y solidaridad en que se
sustenta son fundamentales para desarrollar el sentido de
responsabilidad social y de pertenencia de los futuros
docentes.
Particularmente, el énfasis para garantizar la calidad en la
educación obligatoria, coloca en el centro el derecho humano
fundamental de que las niñas, niños y jóvenes alcancen el
máximo logro de sus aprendizajes.
El marco filosófico en que se inserta la educación normal
permea la definición de su normatividad, finalidades y
propósitos educativos, así como las competencias a
desarrollar por los docentes en formación para que conduzcan
de manera pertinente los procesos de aprendizaje de los
alumnos de educación básica, en el contexto de la
transformación permanente de la sociedad. Dimensión
epistemológica.- Los fundamentos epistemológicos de la
reforma curricular abordan la educación normal como un
objeto de conocimiento y acción que se torna cada vez más
complejo al constituirse en un campo de confluencia
disciplinar. Las contribuciones de las ciencias de la
educación, Pedagogía, Psicología, Historia, Filosofía,
Antropología, Economía, entre otras, sus enfoques y formas
de proceder deberán sustentar permanentemente la
actualización de los currículos de la educación normal.
Producir y usar el conocimiento son principios que conducen
a reflexionar de manera profunda sobre la forma en que se
interpreta, comprende y explica la realidad; los avances de
la ciencia son puntos de referencia para entender que el
conocimiento se enriquece e incrementa todos los días; así,
los distintos campos de conocimiento relacionados con la
educación avanzan, transformando sus propias teorías al
igual que lo hacen otras disciplinas científicas.
Lo anterior permite concebir a la actualización del
currículo como un proceso permanente de cambio, en el que
los avances en el conocimiento del campo educativo se
incorporan a la propuesta curricular para su transformación
y para lograr una visión holística del fenómeno educativo,
de sus condicionantes y efectos, que conduzcan a los actores
de la educación normal a reflexionar, investigar y resolver
problemas de manera pertinente. El seguimiento y la
evaluación de la puesta en práctica del currículo son dos
procesos inherentes a la reforma, cuyos resultados deberán
sistematizarse para sustentar los cambios futuros.
Dimensión psicopedagógica.- Para atender los fines y
propósitos de la educación normal y las necesidades básicas
de aprendizaje de sus estudiantes, la actualización retoma
los enfoques didáctico-pedagógicos actuales que se vinculan
estrechamente con los contenidos y desarrollo de las áreas
de conocimiento para que el futuro docente se apropie de:
métodos de enseñanza, estrategias didácticas, formas de
evaluación, tecnologías de la información y la comunicación
y de la capacidad para crear ambientes de aprendizaje que
respondan a las finalidades y propósitos de la educación
básica y a las necesidades de aprendizaje de los alumnos;
así como al contexto social y su diversidad.
La expectativa es que los docentes promuevan en sus
estudiantes la adquisición de saberes disciplinares, el
desarrollo de habilidades y destrezas, la interiorización
razonada de valores y actitudes, la apropiación y
movilización de aprendizajes complejos para la toma de
decisiones, la solución innovadora de problemas y la
creación colaborativa de nuevos saberes, como resultado de
su participación en ambientes educativos experienciales y
situados en contextos reales.
Por lo tanto, se demanda que posean un sólido conocimiento
del contenido relacionado con lo que deben enseñar y su
manera de enseñarlo, una comprensión sobre el desarrollo y
el aprendizaje de todos los estudiantes, una habilidad
general para organizar, explicar ideas, realizar
diagnósticos, así como una gran capacidad de adaptación a
las diferentes situaciones que se le presenten para
encontrar las soluciones más adecuadas.
Dimensión profesional.- En la actualidad, la política
educativa atribuye una gran responsabilidad a la escuela
para la formación de los ciudadanos que el país requiere en
el siglo XXI. En este sentido, el docente es pieza clave
para materializar este propósito. Para lograrlo se han
configurado distintas estrategias que van desde atraer a los
mejores candidatos en la formación inicial, la actualización
de los currículos de formación de docentes hasta la
instalación de diversos procesos de selección al servicio
profesional, lo que ha planteado nuevos desafíos a la
profesión docente.
Los múltiples retos que enfrentan estos profesionales hacen
necesario que la formación profesional posibilite el
análisis y la comprensión de las implicaciones de su tarea.
Durante décadas, la conformación sociodemográfica y el
perfil académico de quienes se dedican a la docencia
estuvieron definidos por la condición de género, el origen
social y el capital cultural que poseen. La educación
normal, era, por elección, la única opción para acceder a
mejores condiciones de desarrollo profesional como personal.
En los últimos años, la formación para el acceso a la
profesión docente, particularmente en educación primaria,
dejó de ser exclusiva de las Escuelas Normales, así como los
procesos de ingreso. Lo que agregó un nuevo componente a la
comprensión de esta profesión. A partir de las políticas
enunciadas en la LGSPD, por primera vez se han definido
criterios, términos y condiciones para el ingreso, la
promoción, el reconocimiento y la permanencia en el
servicio. Situación que replantea las expectativas de los
egresados de las licenciaturas y los involucra en procesos
permanentes de desarrollo profesional.
La profesionalización de los docentes da unidad y sentido a
las dimensiones social, filosófica, epistemológica,
psicopedagógica, profesional e institucional de la
actualización y orienta la definición e implicaciones del
enfoque metodológico, de las competencias genéricas y
profesionales, de la malla curricular y de otros componentes
que sistematizan su diseño.
Dimensión institucional.- En lo que concierne al desarrollo
institucional, las Escuelas Normales se transforman debido a
su inserción en el tipo superior, lo cual favorece su
consolidación en áreas en las que no
habían incursionado totalmente como la investigación, la
difusión de la cultura y la extensión académica.
Para lograr los propósitos educativos requieren fortalecer
los procesos de gestión institucional con la participación
de los miembros de la comunidad escolar, ya que la
movilización y potenciación de los saberes, los tiempos, los
recursos materiales y financieros, entre otros, implica
planificar acciones, distribuir tareas y responsabilidades,
dirigir, coordinar y evaluar los procesos y los resultados.
Sus responsabilidades y atribuciones como parte del sistema
de educación superior constituyen áreas de oportunidad para
fortalecer su estructura académica y organizacional,
conservando en todo momento su identidad como instituciones
formadoras de docentes para la educación básica.
Los fundamentos para lograr lo planteado retoman las
teorías, metodologías y concepciones actuales acerca de la
organización, la administración y la gestión educativa.
La actualización del Plan de Estudios pretende lograr que el
estudiante de educación normal, al egresar, elija formas
pertinentes para vincularse con la información generada
cotidianamente para aprender a lo largo de la vida, por lo
que resulta de vital importancia sentar las bases para que
desarrolle un pensamiento científico y una visión holística
del fenómeno educativo, de sus condicionantes y efectos, que
lo conduzcan a reflexionar, investigar y resolver problemas
de manera permanente e innovadora. De este modo se puede
aspirar a formar un docente de educación básica que utilice
argumentos científicos, pedagógicos, metodológicos, técnicos
e instrumentales para entender y hacer frente a las
complejas exigencias que la docencia plantea. |
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Proceso de Elaboración del Currículo
El proceso de actualización de los Planes de Estudio se
sujetó a la metodología de diseño curricular basada en
competencias que orientó su construcción inicial. Se
organizó en cuatro fases: Valoración de los Planes de
Estudio 2012; Revisión del contexto y de la práctica
profesional del docente; Revisión del perfil de egreso y
replanteamiento de las competencias genéricas y
profesionales; y, Ajuste y desarrollo de la estructura
curricular.
Se privilegió la construcción plural, en la que se
recuperaron los aportes y consensos generados entre la
comunidad normalista, los especialistas y expertos
interesados en la actualización y rediseño del currículo de
la educación normal. En distintas etapas se sumaron a los
trabajos los docentes de las Escuelas Normales, los
directivos, así como autoridades educativas locales y
federales. Se estableció un acercamiento permanente con las
Direcciones Generales de Desarrollo Curricular y de
Formación Continua de Maestros en Servicio de la
Subsecretaría de Educación Básica, así como con la
Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD)
de la SEP. Participaron activamente académicos de diversas
instituciones de educación superior y representantes del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Se consideraron diversas estrategias para garantizar la
participación de los diferentes actores, entre las que
destaca los Foros de Consulta Nacional para la Revisión del
Modelo Educativo de las Escuelas Normales organizados en el
2014, visitas a las Escuelas Normales de todo el país, en
las que se realizaron entrevistas con diferentes miembros de
la comunidad normalista docentes, estudiantes, directivos-,
reuniones regionales y nacionales con los responsables de la
educación normal en las entidades, consultas y foros en el
portal electrónico de la Dirección General de Educación
Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE).
En la primera fase, Valoración de los planes de estudio, se
diseñó y aplicó la Encuesta para el Diagnóstico de los
Programas de Estudio de Educación Normal Plan 2012 para
recuperar la opinión de los docentes sobre el funcionamiento
e impacto del Plan de Estudios en las Escuelas Normales. De
manera conjunta, se solicitó a las autoridades educativas
locales realizar el diagnóstico estatal sobre la aplicación
de dichos planes. Además, se dispuso de la información con
que cuenta la DGESPE relacionada con el seguimiento a su
instrumentación, que realizaron algunas entidades; las
conclusiones de los foros de consulta, así como de otros
documentos internos de seguimiento a los planes de estudio
que se realizaron desde el inicio de su aplicación.
En la segunda fase Revisión del contexto y de la práctica
profesional del docente se revisaron y analizaron diferentes
marcos teóricos relacionados con las posiciones y tendencias
sociológicas, filosóficas, epistemológicas,
psicopedagógicas, profesionales e institucionales de la
formación docente. Se recopilaron las opiniones y las
expectativas acerca de la formación docente y de la
educación normal en el contexto de la reforma educativa y
las políticas que se instrumentaron, sobre todo, las
demandas establecidas en el Servicio Profesional Docente. Se
tuvo un importante acercamiento a las Escuelas Normales del
país para escuchar de los principales actores, sus
comentarios y opiniones con respecto a la mejora de la
educación normal. Además, se analizaron los resultados
obtenidos por los egresados de las Escuelas Normales en el
Concurso de Oposición para el Ingreso a la Educación Básica
a partir de su aplicación, y se consideraron los resultados
de las evaluaciones realizadas por los Comités
Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación
Superior, A.C. (CIEES), a los programas educativos que se
ofrecen. Se prestó atención a las Directrices para Mejorar
la Formación Inicial de los Docentes de Educación Básica del
Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
En la tercera fase Revisión del perfil de egreso y
replanteamiento de las competencias genéricas y
profesionales se integró un grupo de trabajo en el que
participaron docentes de las Escuelas Normales
representantes de las treinta y dos entidades federativas,
con experiencia en la aplicación del Plan de Estudios
vigente. En el grupo de trabajo se analizaron las
competencias genéricas y profesionales y se contrastaron con
el Perfil, Parámetros e Indicadores para Docentes y Técnicos
Docentes (PPI) establecidos por la CNSPD. Para su mayor
articulación, las competencias del perfil se replantearon en
función de las dimensiones de los PPI.
En la cuarta fase Ajuste y desarrollo de la estructura
curricular, se actualizaron y replantearon los cursos de la
malla curricular de acuerdo con el perfil de egreso
considerando los propósitos, enfoques y contenidos del plan
y programas de estudio de educación básica, derivados del
Modelo Educativo. Para garantizar una mayor articulación
entre ambos planes de estudio se elaboraron matrices de
consistencia en las que se identificaron y contrastaron cada
uno de los campos y áreas de conocimiento que los conforman.
En los trabajos participaron docentes de las Escuelas
Normales que impartieron los diversos cursos del plan 2012
de manera coordinada con especialistas de diferentes
instituciones de educación superior. |
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