Contáctanos en: correo@enesonora.edu.mx

   

enesonoraCRESONNosotrosOferta EducativaAlumnosDocentesEventosTransparenciaSonoraLigas

/ Inicio / Sonora / Información /

Un breve relato de nuestra historia

Etnias en Sonora

- Los Seris

- Los Pimas

- Los Cucapá

- Los Ópatas

- Los Mayos

- Los Guarijíos

- Los kikapús

- Los Yaquis

- Los Pápagos

Información

Origen del nombre de Sonora

Danza del Venado.

Escudo del Estado de Sonora

Hermosillo

 

 

Información General.
El Estado de Sonora está situado en el noroeste de México, en América del Norte. Sus costas son bañadas por el Mar de Cortés en el Golfo de California; es decir, el mar sonorense es un mar interior mexicano, conectado por el Sur con el Océano Pacífico. Sonora se encuentra así vinculado a la denominada "Cuenca del Pacífico" que ofrece amplias posibilidades de desarrollo económico y múltiples retos y oportunidades de aprovechamiento sustentable de sus recursos naturales. Sus fronteras con los Estados de Arizona y Nuevo México permiten múltiples conexiones económicas, culturales y políticas con los Estados Unidos de Norteamérica.
Son tres los estados mexicanos que tienen colindancia terrestre con nuestro estado: Baja California, al oeste; Chihuahua, al este y Sinaloa, al sur; mientras que el Estado de Baja California Sur tiene con Sonora límites marítimos.
Sonora se encuentra situada en una franja climática del hemisferio norte en la que se han formado diversos desiertos en torno del globo terráqueo. Si seguimos el paralelo 30° de latitud norte a través de un planisferio de la Tierra, podrá verse que estamos situados en la misma latitud que los desiertos de Chihuahua, África del Norte, Arabia Saudita, Irak, Kuwait, etc. Una amplia red de caminos, con la columna vertebral vial de la carretera de cuatro carriles que surca el estado de sur a norte, une a Sonora con la República y los Estados Unidos de Norteamérica. También por vías marítimas y aéreas Sonora está vinculada a México y al resto del mundo.
El estado es el segundo más grande del país, y representa el 9.2% de la superficie total del territorio mexicano. Su extensión territorial es de 184, 934 Km2. El límite fronterizo con los Estados Unidos de Norteamérica comprende una extensión de 588.199 Kms., que en su mayor parte colinda con el Estado de Arizona (568 Kms.), y el resto con el Estado de Nuevo México (20Kms.). El límite de la frontera con el Estado de Chihuahua es de 592 kms., y con el estado de Sinaloa es de 117 Kms.
La extensión del litoral sonorense es de 1, 207.810 kilómetros, que sumados a la extensión de los límites fronterizos con los estados vecinos, nos da como resultado el perímetro de nuestro estado que es de 2, 505 kilómetros.
Se encuentra localizado entre los 32°29’ Norte y 26°14’Sur en su latitud Norte y entre los 108°26’ Este y 105° 02’ Oeste en su latitud Oeste del Meridiano de Greenwich.
En el 2000 el estado de Sonora contaba con 2,216,969 de habitantes, de los cuales 50.1% eran hombres y 49.9% mujeres. Eso representa el 2.3% de Ia totalidad de habitantes de la Republica Mexicana. El crecimiento de la población ha observado una dinámica constante que se traduce en un incremento poblacional de 703,238 personas para el período 1980-2000. Habitan en la entidad 271,277 niños menores de 5 años; 474,481 niños de entre 5 y 14 años; 422,588 de entre 15 y 24 años; 740,930 de entre 25 y 49 años; 307,693 adultos de entre 50 y más años.

 

 

 

 

 

Orígenes del nombre del Estado de Sonora.

Sobre el origen del nombre Sonora, existen varias versiones: Una se debe al hecho de haberse descubierto en 1533 el río Yaquimi o Yaqui, por el explorador español don Diego de Guzmán. La historia es la siguiente: Con fecha 4 de julio de 1533, Diego de Guzmán, sobrino del gobernador de la Nueva Galicia, Nuño Beltrán de Guzmán, salió de Culiacán con la orden de descubrir las Siete Ciudades de Cíbola, de las que se tenían noticias existían al norte de la Nueva España, y de un río que desembocaba en el mar actualmente pacifico, que tenía cuatro o cinco leguas de ancho, y en donde los indios tenían una cadena de hierro que atravesaba el río para detener las canoas o balsas que por él venían. Guzmán, después de explorar el norte de Sinaloa, se adentro al hoy Estado de Sonora, llegando al río Mayo el 24 de septiembre de ese mismo año.
Los indios mayos los recibieron en son de guerra, pero al darse cuenta de la superioridad de los españoles, optaron por retirarse. Asentados en el río Mayo los españoles tuvieron noticias de otro río que distaba siete u ocho jornadas, que era muy poblado, según decían los indios, y que matarían a todos los que allí penetraran. El día 30 de Septiembre cruzaron el río Mayo, y apresando a un indio para que los guiara, llegaron al río Yaqui el 7 de octubre de 1533, día de Nuestra Señora del Rosario.
Según su costumbre, los españoles al descubrir una nueva región, le ponían el nombre del santo del día en que había sido descubierta. Por tanto, es posible que a dicho río o a la región del Yaqui le pusieran de Nuestra Señora, nombre que degeneró en Senora o Sonora, por la sencilla razón de que ninguna tribu de la región usa la “ñ” en sus dialectos. Por otra parte, la provincia de Sonora tuvo sus propios linderos. En un principio, que empezaban en el yaqui y terminaban en el Gila.
Otra versión sobre dicho nombre se debe a los náufragos de la Florida, Álvaro Núñez Cabeza de Vaca y sus compañeros, quienes en 1536, al cruzar de norte a sur el actual Estado de Sonora, portaban una imagen de Nuestra Señora de las Angustias, dibujada en una gamuza. Según esto, cuenta la tradición, que los ópatas del río Sonora al no poder pronunciar la palabra “Señora”, decían Senora o Sonora. Como se puede observar, esta versión tiene una similitud con la historia anterior.
En el año de 1539, Fray Marcos de Niza, quien cruzó de sur a norte el hoy Estado de Sonora, no le dio ningún nombre, pues tan solo afirma haber atravesado una vasta llanura limitada por un lado por las cordilleras, y del otro por el mar.
El primero en llamar a nuestro Estado con el nombre de Sonora, fue el explorador don Francisco Vázquez de Coronado, cuando a su paso por estas regiones, en 1540, dice haber cruzado el Yaquimi, Corazones (región de Ures) y el Valle de La Sonora.
Poco después, en 1567, Francisco de Ibarra, también cruzó el Estado de sur a norte, yendo en busca de las afamadas Ciudades de Cíbola; habla igualmente del Yaquimi, de los Valles de Señora (sic) y Corazones.
La tercera versión es del Padre Cristóbal de Cañas, S. J., quien escribió en 1730, y dice lo siguiente:
"El nombre de Sonora, según la opinión de los indios viejísimos que aún viven, le viene de un ojo de agua cenagoso que está a media legua del pueblo de Guépaca, y parece el medio de la Provincia. En este ojo de agua había antiguamente una numerosa ranchería de indios que usaban hacer sus casitas de cañas y hojas de maíz; a estas llaman en su lengua sonot, en el recto; en el oblicuo sonota. Oyeron los primeros españoles el vocablo, y no pareciendo bien sonota, pronunciaron Sonora, de donde tomo toda la Provincia el sonora y armonioso nombre".
Por último, se dice que el nombre le vino al Estado, por aquello de que sonaba mucho por sus riquezas minerales.
¿Cuál versión será la verdadera?.- Todas son ciertas, puesto que todas se enlazan para dar finalmente tan sonoro nombre al Estado.

 

 

 

 

Danza del Venado.
Una de las danzas representativas del Estado de Sonora, y que ha caracterizado a nuestra región a través de los años, es la Danza del Venado, llamada también Mazoyiwua.
Cuantas veces hemos tenido la oportunidad de observar en algún evento cívico, bailables escolares, desfiles, ferias, eventos culturales, etc., la representación de la Danza del Venado, donde seguramente te has preguntado, ¿cuál es su significado, el porqué de su atuendo y sus movimientos?. Nosotros al igual que tú nos preguntamos lo mismo, y he aquí los resultados de nuestra investigación:
Se trata de una Danza Indígena, la cual se le atribuye a la Cultura Yaqui, a los que podemos encontrar en el Sur del Estado de Sonora.
La indumentaria del venado consiste en un calzón o pantalón, un rebozo que les cubre la frente y la espalda, este se sostiene con un cinturón del que caen pezuñas de venado; en las pantorrillas se enrollan hilos de capullos secos de mariposa que le dan un sonido peculiar a los movimientos de los pies descalzos, podemos observar que en las manos portan dos sonajas de dulce, con las que marcan el ritmo, el danzante se cubre la cabeza con un trapo blanco y coloca, sobre éste, una cabeza disecada de venado, adornada con cintas. El individuo que la ejecuta ha de representar a un venado al grado de casi convertirse en dicho animal.
En cuanto a los instrumentos que son utilizados en esta danza, se encuentran:
La "baa-wehai" o bueja (tambor de agua), es un recipiente grande de barro o de madera, esta se queda fija en el asiento, y es llenada de agua hasta el borde, en esa agua se coloca una jícara que flote, ésta tiene un pequeño orificio para sujetarla con un cordón, y así poder controlarla fácilmente con la mano izquierda, sin que flote a la deriva. La jícara se puede percutir por la parte convexa por medio de un pequeño trozo de madera, cubierto de una hoja seca de maíz, que se sujeta con un cordón de ixtle, llamado "baa jiponia" y se toma con la mano derecha.
También están los "hirúkiam" o frotadores hechos de varas de Brasil con algunas ranuras (una es delgada y larga y la otra es lisa y más pequeña), para frotarlos hay que poner una jícara con el corte hacia la tierra que funcionará como caja acústica, y sobre el lado convexo, se coloca uno de los extremos de la vara larga ranurada, mientras que en el otro extremo se sujeta con la mano izquierda y con la mano derecha se hace el frotamiento con la vara pequeña lisa a manera de güiro, produciendo un sonido parecido a la respiración agitada del Venado.
Son dos músicos de "hirúkiam", el primer músico domina los cantos primitivos y los entona en dialecto yaqui. Los instrumentos del danzante, producen sonidos con sabor a tierra, agua y aire, ya que son completamente silvestres y naturales, que impactan profundamente a los espectadores.
La Danza comienza con la música que toca la flauta de carrizo y un tambor, entonces aparece el venado con el sonido de las sonajas, su actitud es imitativa a los movimientos del animal, es entonces cuando inicia una batalla, donde el venado fulminado por la flecha inicia una lucha con la muerte, aunque le faltan las fuerzas y se desvanece, se levanta trémulo, en ese momento se escucha el tambor que representa los latidos del corazón del Venado, este se levanta tembloroso y se niega a morir, siente fuertes sacudidas en su cuerpo, y es donde empiezan los espasmos y calambres y a pesar de su intento por levantase, todo resulta ser fallido hasta quedar totalmente inerte.
Mientras que alrededor se escucha el sonar de los instrumentos ,junto con los cantos, dando pie a que el danzante, que tiene sangre en las manos, se convierte de alguna manera en el médium del espíritu del Venado, interpretando así sus pasos y movimientos, los cuales pueden llegar a ser, tímidos, cautelosos, ariscos y juguetones, lo que le dan una característica muy especial y muy colorida a la interpretación de la danza.
La danza a de ser efectuada por un indio yaqui al cual sus padres hayan destinado desde la infancia para tal fin. A el niño se le educa desde un principio para que actúe siempre como si fuera un venado e incluso se le da una alimentación especial para que desarrolle un cuerpo esbelto y ágil que le permita imitar mejor los movimientos de este animal. El venado es un cúmulo de cualidades que tienen armonía en su conjunto, la realidad, la verdad y la belleza; ser danzante-venado es el ideal del indio yaqui.
"La danza del Venado es una tradición religiosa y la parte más importante del folklore de los yaquis; es una acción sociocultural, que cuando se observa revive el sentimiento del pasado histórico de los yaquis; es una dramática representación con colorido y fuerza plástica de gran estética y es algo característico del Estado de Sonora".
(Bernardo Elens Habas).
La Danza del Venado
Malichi, malichi, malichi
Ciervo, ciervo, ciervo
Yeu se gueye cai tuca aniapo
Al mundo va saliendo de noche
Ca into segua bampo yeyegue
Ya no juega el agua ni la flor
(se repite varias veces)

Tuca aniapo yeu ne sica saila
Me salí, mi hermano
Cauni tucatane vichacane yeu
De noche en su mundo
Ne sica saila
Más no vi la noche y me fui, hermano
Ca into segua bampo yeyegue
Ya no juega el agua ni la flor
(se repite varias veces)

Teweli nom u cau na bichaca
Más no vi la nube azul en el cerro
Caupo ne yeu ne sica saila
Y me salí, mi hermano
Sewau ne chasime
Y voy siguiendo la flor
Machi jecapo yeu ne sica
De día me salí con el viento fresco
Tau na tule saila machiga jecata
Y en verdad me gustó, mi hermano
Tua na tule saile
El viento fresco
Machigua jecapo ne yeu ne sica
Y en verdad me gustó, mi hermano
Sewau ne chasime
El viento fresco.
Canto Popular Yaqui

 

 

 

 

Escudo del Estado de Sonora.
Tras una intensa búsqueda de antecedentes relativos a la aprobación del Escudo del Estado de Sonora, que desde 1922, se encontrara pintado en los muros de la Secretaria de Educación Publica Federal; y al no encontrarse ninguno que se basara en una aprobación por autoridad competente y, careciendo absolutamente de simbolismo, se estimo conveniente proyectar la adopción de un Escudo definitivo.
El C. Prof. Eduardo W. Villa, distinguido historiador sonorense, quien fuera además Director General de Educación Publica y Director del Departamento de Investigaciones Históricas, organismo fundado a iniciativa suya en 1936, fue quien llevo a cabo la exhaustiva investigación a principios de la década de os 40s del pasado siglo.
El entonces Gobernador Constitucional del Estado, Gral. Abelardo L. Rodríguez, comisiono a los CC. Arquitecto Gustavo Aguilar y Francisco Castillo Blanco para que, como diseñador y dibujante respectivamente, elaborara el proyecto correspondiente.
El Escudo Oficial del estado de Sonora se adopto a partir del 20 de diciembre de 1944, por medio del Decreto No. 71 de fecha 15 de diciembre del mismo año, publicado en el Boletín Oficial No. 50, tomo LIV de 20 de diciembre del mencionado año, fecha en la cual la Legislatura Local expidió el decreto relativo, autorizándolo en la forma que a continuación se expresara:
Art. 1º. El Estado de Sonora adopta por armas un escudo con bordura azul con una inscripción dorada en la parte inferior que dice Estado de Sonora. La parte interna se divide en dos secciones: SUPERIOR E INFERIOR. La sección superior se divide en tres cuarteles triangulares, a los que sirve de fondo los colores de la bandera nacional. El triangulo de la izquierda representa una montaña cruzada con un pico y una pala, simbolizando la minería y teniendo como fondo el color verde. El triangulo central, con fondo blanco, representa un danzante ejecutando el venado, que es la danza típica de los indios sonorenses yaquis y mayos, y el triangulo derecho, sobre fondo rojo, ostenta tres haces de espigas y una hoz como símbolo de la agricultura. La sección inferior se divide en dos cuarteles iguales. El de la izquierda, sobre fondo de oro, esta representado por una cabeza de toro simbolizando la ganadería. El de la derecha contiene un apunte del litoral del estado de Sonora en que se ve la Isla del Tiburón y en figura descendente un tiburón que simboliza la pesca.
Por medio de esta disposición legislativa quedo eliminado el escudo apócrifo que en 1922 fue mandado pintar en los muros de la Secretaria de Educación Publica Federal.
NOTA: En el año de 1987 mediante Decreto 112, se hicieron modificaciones substanciales en el Escudo del Estado; pero en el sexenio 1991-1997, también por Decreto, vuelve a adoptar las características que aquí se describen.

 

 

 

 

 

Hermosillo

El origen de Hermosillo data de 1700, cuando se fundaron los pueblos de Nuestra Señora de Pópulo, Nuestra Señora de los Ángeles y La Santísima Trinidad del Pitic, los cuales estaban habitados por seris, tepocas y pimas bajos, y, como consecuencia, aquellos se había alejado de sus posesiones.
En 1718, por órdenes del gobernador don Manuel de San Juan y Santa Cruz, se repobló el pueblo de la Santísima Trinidad del Pitic, cuyos moradores se habían retirado en su mayoría; el 29 de septiembre de 1725, los seris asentados en el Pópulo se levantaron en son de guerra y atacaron el pueblo de Opodepe, donde victimaron a 22 personas. Se les persiguió con el objeto de castigarlos, hasta que los seris pidieron paz, en enero de 1726, y fueron establecidos en el Pópulo y en los puntos denominados Lares y Moraga. En 1741, don Agustín de Vildósola fundó el presidio de San Pedro de la Conquista del Pitic, que años después cambió su nombre a San Miguel de Horcasitas. Al principio se temía que el asentamiento desaparecería pronto sin las tropas; afortunadamente no fue así, porque en 1772 don Pedro de Corbalán ordenó que se construyera la primera acequia, considerando que las "tierras de pan llevar" merecían ser cultivadas. El agua potable provenía del Río Sonora. El 14 de octubre se hizo el repartimiento de lotes a los moradores, dejando asegurada de tal forma su subsistencia.
Durante el segundo Gobierno de Corbalán, que comprendió de 1777 a 1787, mandó construir la primera iglesia que allí existió. La parroquia fue instituida por el obispo Fray Bernardo del Espíritu Santo, en diciembre de 1821. El 9 de febrero de 1825, la Villa del Pitic fue establecida como cabecera del partido, dependiente del departamento de Horcasitas. Ello coincidió con la urbanización que los agrimensores reales le dieron, ya que progresaba de manera firme. En la parte oeste del poblado había huertas de cítricos y viñas, siembras de trigo, maíz y de frijol. Por decreto no. 77 de la H. Legislatura de Estado de Occidente, fechado el 5 de septiembre de 1828, se le suprimió el nombre de Villa del Pitic y se le impuso el nombre de Ciudad de Hermosillo, en honor al general jalisciense José María González de Hermosillo quien a fines de 1810 había llevado la tarea de la insurrección nacional a tierras sinaloenses. Al constituirse el Estado de Sonora, el 13 de marzo de 1831, se convirtió en su capital desde esa fecha hasta el 25 de mayo de 1832. En mayo de 1837 a 1842, por cuenta del señor don Pascual Íñigo y su señora esposa. El decreto número 57, firmado por el gobernador interino don Francisco Serna el 26 de abril y publicado el 28 del mismo mes de 1879, dispuso lo siguiente: "Art. 1ro. se traslada interinamente la capital del Estado y la residencia de las oficinas generales a la Ciudad de Hermosillo". "Art. 2do. Se autoriza al Ejecutivo del Estado para que erogue los gastos necesarios para llevar a cabo la traslación de los Supremos Poderes, lo más tarde dentro de dos meses contados desde la fecha de esta Ley, dando cuenta al Congreso de dichos gastos para su aprobación".
Las dependencias del Poder Ejecutivo quedaron instaladas en la nueva capital el 3 de mayo siguiente. La Legislatura local celebró la primera sesión en su nueva residencia el 25 de junio. La interinidad del decreto no. 57 se convirtió en definitiva, al promulgarse la Constitución Política del Estado de Sonora, el 15 de septiembre de 1917, ya que su artículo número 28 señala que Hermosillo es definitivamente la capital del Estado. Entre los acontecimientos históricos destacan el 14 de octubre de 1852, cuando en la cuidad, una sección de filibusteros al mando de Gastó Rousset Boulbón se enfrentó a las fuerzas nacionales, que estaban bajo la dirección del general Miguel Blanco de Estrada, derrotándolas. Sin embargo, Rousset permaneció unos cuantos días en la ciudad, optando por tomar el rumbo a Guaymas. 4 de noviembre de 1881, frente a la estación de madera del ferrocarril de Sonora había una muy grande concurrencia de personas y en todos los rostros se notaba la alegría y el alborozo. Tres orquestas tocaban las canciones más alegres de aquellos tiempos; era un día de fiesta que pasaría a la historia. Unos minutos después de escucharse el silbido del primer convoy ferroviario que llegaba a Hermosillo, bajó del tren el gobernador don Carlos Rodrigo Ortiz Retes, acompañado del comandante de la Zona Militar, el coronel de brigada José Guillermo Carbó. Con la llegada de este tren, quedó inaugurado el tramo Guaymas - Hermosillo, y unos meses después se establecería el servicio de carga y pasajeros entre Guaymas y Nogales.
El 4 de mayo de 1886, las tropas republicanas que comandaba el general. Ángel Martínez atacaron y tomaron la ciudad, que estaba defendida por fuerzas imperialistas al mando del coronel María Tranquilino Almada. Sin embargo, unas horas después volvió a caer en poder de las fuerzas del imperio. El 13 de noviembre de 1866, el general Martínez tomó nuevamente la ciudad a sangre y fuego, haciendo huir a los imperialistas, quienes la recuperaron ocho días después. Al caer la ultima hoja del calendario del siglo XIX, Hermosillo tenia 14,000 habitantes. Contaba con un comercio muy fuerte y con una pequeña industria que casi hacía autosuficiente a la ciudad en cuanto a ropa, calzado y alimentos. Su agricultura estaba floreciente y la producción de harina de trigo, después del Distrito Federal, era la mayor de la República; y la naranja, se decía con justicia, era la más sabrosa de América. La Cervecería de Sonora, S.A. producía suficiente cerveza para surtir todo el Estado y parte de Sinaloa y Baja California. El gran Hotel Arcadia empezó a recibir huéspedes al principiar el siglo; era la mejor hospedería de todo el noroeste del país. Durante más de cinco meses Hermosillo fue la capital de México, porque en unos de sus edificios don Venustiano Carranza organizó su gabinete de guerra, que once meses después instalaría en la Ciudad de México. De la Capital de Sonora, también en 1913, salió el general Álvaro Obregón a la campaña contra el usurpador Victoriano Huerta, recibiendo en el mes de agosto de 1914 la rendición del Ejército Federal, que dio triunfo al constitucionalismo. El general Francisco Villa, con tropas convencionistas a sus órdenes, atacó Hermosillo el 18 de noviembre de 1915, y estaba defendida por fuerzas constitucionalistas que comandaba el general Manuel M. Diéguez. Después de 30 horas de combate, los villistas fueron rechazados y derrotados.
Cronología de Hechos Históricos
1700 Origen de la Santísima Trinidad del Pitic, dado por Juan Bautista
1706 Repoblamiento del Pitic, por el General Antonio Becerra Nieto
1716 Señalamiento para el sembrado de tierras por los Indígenas conforme a la Ley.
1718 Por segunda ocasión repoblamiento de la Santísima Trinidad del Pitic.
1725 Levantamiento de los Seris.
1726 Asentamientos Indígenas con 160 personas en El Pitic.
1728 El Pitic se convierte en Hacienda propiedad de Agustín de Vildósola
1729 Se expide la orden para requerir la información del estado de los indios en la región de El Pitic.
1741 Nombramiento de Don Agustín de Vildósola como Gobernador de las provincias de Sonora y Sinaloa.
1750 Destitución de Don Agustín de Vildósola como Gobernador haciéndose notar que debería de recidir en El Pitic; y nombramiento del nuevo gobernador.
1763 Situación de una compañía de defensa para asegurar la estabilidad de sus moradores.
1772 Apertura del canal para regar las tierras del Pitic, por orden de Don Pedro Corbalá
1772 Repartimiento de los lotes a los moradores.
1787 Construcción de la primera iglesia.
1822 Construcción del Centro Parroquial.
1825 La Villa del Pitic es instituida en Cabecera del partido.
1828 Cambió el nombre original, llamándose Hermosillo, con la categoría política de Ciudad, en Honor del general José María González Hermosillo.
1831 Asentamiento de los poderes locales.
1832 Cambio y mudanza hacia Arizpe de los poderes locales.
1838 El Gobernador José María Gándara cambia la capital a Ures, sin autorización legal.
1842 Don Pascual Iñigo construye la capilla del Carmen.
1843 Declaratoria de Capital del departamento de Sonora.
1846 Se convoca elecciones para poderes locales.
1847 Se instala en Ures la nueva legislatura.
1852 Acción de Guerra entre fuerzas mexicanas y Francesas.
1866 Batalla entre fuerzas republicanas y fuerzas imperialistas.
1866 Nace en la ciudad de Hermosillo Rodolfo Campodónico, músico y compositor.
1879 Se traslada interinamente la capital a la ciudad de Hermosillo; el interinato se vuelve definitivo.
1915 Fuerzas Villistas son rechazadas por el General Manuel M. Diéguez.
1917 Se establece en la Constitución que los poderes del Estado deben residir en Hermosillo.
1952 Apertura de la Costa de Hermosillo.